Dónde estarás ahora que amanece
y mis párpados son dos plumas dóciles
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Quizás no haya un final
y mis párpados son dos plumas dóciles
que ya no luchan por buscar resquicios
e instalan su mirada en lo visible.
En qué palabra honda
habrás depositado tu presente,
con qué sueño hablarás de despertares,
en qué milagro abrazarás la vida.
Dónde estarás ahora que anochece
y consigo dormirme en el misterio
donde yacen difuntas
las respuestas.-------------
Quizás no haya un final
al final de la búsqueda.
Y yo sigo intentando
distinguir
las vías de los viajes,
aunque camine a tientas por
universos mudos
como un pájaro solo y aturdido.
Son muy largos los túneles.
Demasiadas incógnitas
se acumulan igual que madrugadas
delante de mis ojos
mordiéndome la paz del equilibrio,
dejando al corazón
sobre el alambre líquido de
la desesperanza.
Quizás no haya un final al
final de la búsqueda
y no sé cómo hacer para
rendirme.
Mi corazón no sabe
anestesiarse.
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