Como un abril diáfano te acercas
retrasando relojes,
disipando los muros de cada laberinto,
derribando finales.
Te acercas y liberas
la espera maniatada
la espera maniatada
y el tiempo vuelve a ser igual que un niño
con los sueños intactos.
Lentamente te acercas a girar
el sentido del viento,
a alterar las constantes de la inercia,
a alterar las constantes de la inercia,
a pintarle alas nuevas al destino.
Te acercas con el sol entre los labios
y yo me vuelvo luz
cuando te acercas.
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