un patio hecho de lluvia
y un rosal escondido.
Al lado del silencio hay un trastero
plagado de derrotas,
donde a veces se escucha
el ruido de la rabia contenida
arañando las puertas.
Pero existe también una antesala
con cientos de ventanas a estrenar,
un poema no escrito
y el olor del verano.
A la izquierda del tiempo
hay una chimenea
donde crepitan brasas de viejas soledades
que iluminan la sombra
de una niña enmarcada en la repisa.
que iluminan la sombra
de una niña enmarcada en la repisa.
Y al final del pasillo,
un par de habitaciones clausuradas
que encierran la memoria de lo que no ocurrió
y un puñado de muertes.
Mi nombre es una casa con jardín
y un jardín con esquinas.
Encima de mi mesa siempre hay
un castillo de naipes.
Debajo de mi cama duerme el viento.
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