Hoy es marzo y tenemos
un pájaro en las manos
un pájaro en las manos
y un pétalo de aire en la trinchera,
a pesar de la muerte que aún respira
detrás de las costillas de la fe.
Y soñamos tocarnos los abrazos
y abrazarnos al tacto de los sueños
y besarnos las bocas de la vida.
Cuando vuelva la luz,
cuando el sol se contagie en las
tabernas
y las calles alarguen sus pulmones,
cuando muera la muerte y se nos llene
de tiempo el almanaque,
seguirá siendo marzo.
Se quedará colgado en los balcones
ondeando su olor a resistencia
y a jaula que se abre.
y a jaula que se abre.
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